miércoles, 11 de febrero de 2009

EFEMERIDES MATRITENSES 852 - 1992

LIBRO SOBRE LA HISTORIA DE MADRID

... continuación


Año 1.100. Las murallas de Madrid

Como ya hemos visto anteriormente, el primer núcleo urbano de Madrid se formó con la protección de sus murallas.

Posteriormente, y a medida que la población iba aumentando, se fueron construyendo nuevos muros de mayor perímetro hasta un total de cuatro. Fueron construidos por musulmanes y cristianos, según el momento histórico.

El primer perímetro amurallado estaba formado por el Alcázar. Un segundo recinto protegido lo constituía la Almudayna.

Estas dos murallas son árabes de una recia construcción, como puede comprobarse por un pequeño tramo que aún se conserva en la Cuesta de la Vega. Están construidas de pedernal trabado con mortero con un espesor de 2,45 m. Su longitud total era de unos 900 metros.

El tercer perímetro, con una longitud de unos 1.200 m. contaba con varias puertas principales: Puerta de la Vega, situada al final de la calle Mayor; Puerta de Moros, en la plaza del Humilladero y Puerta de Valnadú, próxima a la plaza de Isabel II. Esta muralla fue construida en el siglo XII y es el denominado muro cristiano.

Existen muchos datos por los cuales se desprende que los madrileños prestaron siempre un gran interés por sus murallas, así por ejemplo, en el Fuero ya se contemplaba: “Las multas del Concejo, que sean aplicadas a la construcción y reparación de las murallas”.

También en los Libros de Acuerdos del Ayuntamiento se citan las normas que dieron los Reyes Católicos para reparar las murallas y los fosos.

Carlos I hizo también reformas y consolidaciones en las viejas murallas, que se mantuvieron en muy buen estado hasta principios del siglo XVI.

Durante el reinado de Felipe III dio comienzo el deterioro y comenzaron a venderse trozos y torre a torre, para construir viviendas sobre ellas, y así poco a poco irían quedando embutidas entre las casas.
Así pues, el derribo de alguna vieja casa del viejo Madrid puede depararnos sorpresas agradables con el hallazgo de trozos de las históricas murallas.

Felipe IV se vio obligado a construir en el año 1625 lo que sería la cuarta y última “muralla” de Madrid, pero por razones bien distintas a las anteriores. Si aquellas tuvieron objetivos defensivos y militares, ésta cumplía una misión de carácter fiscal, y tampoco fue una muralla propiamente dicha, sino más bien una cerca.

Con esta cerca se pretendía que no entraran en la Villa las mercancías que no pagaran los impuestos correspondientes denominados “sisas” y “alcabalas”. Su perímetro sería coincidente hoy con el distrito Centro, es decir, discurría por la calle de Segovia, Ronda de Toledo, Paseo del Prado, Bulevares…

Disponía a lo largo de su trazado de varias puertas principales: Puerta de Segovia, Puerta de Toledo, Puerta de Atocha, Puerta de Alcalá, Puerta de Bilbao… Contaba también con otras puertas secundarias denominadas Portillos. Algunas de estas puertas son hoy bellos monumentos históricos.

Durante el reinado de Isabel II se decretó el derribo obligatorio de las murallas de las ciudades, con el pretexto del desarrollo industrial y urbanístico que se estaba produciendo en la época.

En 1.954, se declararon Monumento Histórico-Artístico los restos de las murallas encontrados en Madrid, en la Cuesta de la Vega, y en este mismo lugar el día 30 de marzo de 1987, se colocó una lápida donada por el Instituto Hispano-Árabe de Cultura: “El Ayuntamiento de Madrid al Emir Mohamed I fundador de la Medina de Madrid”.

En junio de 1991, con motivo de las obras de remodelación de un edificio situado en la calle de Bailén, para dar albergue al Senado, ha sido hallado un trozo de una de las murallas madrileñas. Aunque se trata de un trozo de sólo tres metros de longitud supone un testimonio muy valioso para la investigación histórica.

sigue ...

.

No hay comentarios: