martes, 29 de junio de 2010

OFICIOS Y GREMIOS

EFEMERIDES MATRITENSES

Año 1.783.

En el crecimiento que se produjo en la Villa durante los siglos XV y XVI, se fueron agrupando las gentes con un mismo oficio u ocupación, de tal modo que dieron nombre a las calles que ocupaban: Cuchilleros, Latoneros, Bordadores, Herradores, Cabestreros, Tintoreros, Yeseros, Botoneras ... etc. Nombres que aun perduran hoy en el Madrid viejo.

En tiempos de Felipe II, los curtidores fueron alejados del centro por causa de los olores molestos que llegaban al Alcázar, y fueron situados en la actual Ribera de Cutidores. En 1510, durante la regencia del Cardenal Cisneros, se ordenó que las fraguas se situaran en las afueras.

Ya hemos indicado que en el siglo XVII, el trabajo manual era tenido como una deshonra. La vagancia imperaba en todas las clases sociales.

Hubo que esperar al siglo XVIII para que este concepto experimentara una transformación importante, y en 1783, Carlos III hace una proclama en favor de los oficios: "Los oficios pueden ser tenidos por honrados y honestos; que el uso de ellos no envilecen a la persona o a la familia que los ejercite ..."

Entonces el trabajo se ennobleció y se le consideró con toda dignidad, y calificado como una fuente importante de riqueza.

Este mismo monarca fomentó la agricultura, industria, comercio, las ciencias y las artes, creándose los Cinco Gremios Mayores: sedería, joyería, mercería, pañería y lencería.

Sin olvidar a: lavanderas, aguadores (vistos en otras pinceladas aparte), vendedores de periódicos, mozos de cordel, cocheros, escribanos... tipos populares que llenaban las calles con gritos para ofrecer su mercancía. Cigarreras, castañeras, pregoneros... Gentes entrañables que han pasado a la historia y a las páginas de los libros costumbristas, y que en su momento fueron imprescindibles en sus servicios cotidianos en el pueblo madrileño.

También serenos, chicas de servir, amas de cría, barberos callejeros... y algunos otros.

En 1.843, los gremios quedaron abolidos, por un concepto liberal en la realización de los trabajos artesanos.

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viernes, 18 de junio de 2010

NEPTUNO Y APOLO

EFEMERIDES MATRITENSES

Año 1.782.

Dos nombres mitológicos para dos fuentes hechas por Ventura Rodríguez en los años 1.782 y 1.803, respectivamente.

Ambas colocadas en el paseo del Prado, antiguo lugar de paseo de los madrileños en la época de Felipe IV. También lugar de encuentro de los literatos y por tanto, no le faltaron al lugar ripios y citas literarias, tampoco las mordaces, como los versos que le dedicara el conde de Villamediana:

“Llego a Madrid y no conozco el Prado,
Y no lo desconozco por olvido,
Sino porque lo veo que es pisado
Por muchos que debiera ser pacido”.






En la fuente de Neptuno tomó parte el escultor Pascual Mena, que efectuó la talla en mármol blanco.
Está compuesta por la estatua de Neptuno, esgrimiendo un trinquete sobre un carro en forma de concha, del que tiran dos caballos que van nadando sobre las olas.




En la fuente de Apolo contribuyeron en la parte artística los escultores M. Álvarez y Alfonso Vergaz.
Incluye el monumento, alegorías de las cuatro estaciones del año, por cuya circunstancia también se la conoce con el nombre de Fuente de las cuatro estaciones.


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miércoles, 16 de junio de 2010

FUENTE DE LA ALCACHOFA

EFEMERIDES MATRITENSES

Año 1.781

Esta fuente de la Alcachofa, que tuvo otros emplazamientos, está situada en el parque de El Retiro.
Es una obra de arte en la que participaron cuatro artistas excepcionales: el diseño fue obra del arquitecto Ventura Rodríguez y la parte escultórica de Alfonso Vergaz, Antonio Primo y José Rodríguez.
El monumento está compuesto por una columna central a la que se ciñen un tritón y una sirena, coronado por una alcachofa, de la que toma nombre, si bien se da la circunstancia de que ese motivo de la alcachofa fue agregado años después de la inauguración de la fuente. Está rodeada por un pilón circular.
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viernes, 11 de junio de 2010

CIBELES

UN SIMBOLO PARA MADRID




EFEMERIDES MATRITENTES. Año 1.777.
Es uno de los monumentos más identificativos de la ciudad de Madrid.
Obra del arquitecto Ventura Rodríguez del año 1.777, con la participación de los escultores y artistas Robert Michel, Miguel Ximénez, Francisco Gutiérrez, Alfonso Vergaz, Antonio Parera y Miguel Ángel Trilles. Se terminó en 1.792 y en 1.895 fue ampliada con detalles artísticos. Ha perdido una verja que tenía a su alrededor.

Su situación actual es distinta a la que tuvo en origen, situada en principio en una de las esquinas de la plaza a la que da nombre, mirando hacia el Paseo del Prado. Hoy está en el centro con la mirada puesta en dirección a la Puerta del Sol y Gran Vía.

El monumento está compuesto en sus aspectos principales por la estatua de la “diosa” sentada sobre un carro tirado por dos leones de fiereza majestuosa y cuyos nombres son “Hipómenes” y “Atalanta”. Incluye una fuente con salidas de agua en figuras geométricas.

Cibeles es la mitológica diosa de la fertilidad, es hija del Cielo, esposa de Saturno, madre de Júpiter, Plutón y Neptuno. Diosa de la Tierra y llamada “madre de dioses”. Según la leyenda se la presenta con dos leones uncidos a un carro.

En su entorno se erige majestuoso el palacio de Comunicaciones, mejor conocido por el edificio de Correos; el Banco de España; el palacio de Buenavista y el palacio de Linares, recién salvado de la “piqueta” por la oportuna declaración de Monumento Histórico Artístico y posteriormente designado como sede de la Casa de Cultura Hispanoamericana.
Todo ello construido en la vaguada del Valnegral, llamada también de la Castellana, que era uno de los prados del ejido de la Villa.

Esta Plaza de Cibeles se llamó también Plaza de Castelar, y anteriormente Plaza de Madrid cuando se proyecto el “ensanche”.

La fuente contaba con dos caños, uno dedicado al uso del público en general y el otro lo utilizaban medio centenar de aguadores fijos.
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