viernes, 7 de agosto de 2015

SALCES




En Salces, mi vida plena.

En la orilla misma del Ebro,
Justo en la orilla izquierda,
A mil metros de Fontibre,
Tengo mi casa en piedra.


La levantaron mis padres
Y  feliz crecí  en ella,
Ahora acumulo mil sueños
Siempre que vengo a verla
En verano y en otoño
En invierno y primavera.

Tiene una huerta frondosa
Cien árboles esbeltos,
Un nogal de buena planta 
 Frutales… y muchas rosas.

Agua clara del río…
 Madera…
El sonido suave de las hojas
 Y la chopera…

El canto dulce de un jilguero
Que se columpia en las salceras.
 Y el color de hierba verde
La yedra y enredaderas.

El sol que se cuela firme
A través de la floresta,
Pero cede su fulgor
Con la sombra de la arboleda.

 Varias lanchas de granito
Silencian la carretera
De mil coches que pasean
Cual hormigas en hilera.

Los campanos de las vacas,
Una burra que amamanta
 Y la gata observadora
Se suman a la estampa.

Por las tardes llega el cierzo
Y el ambiente se refresca.
Dormir, se duerme con manta,
Y se descansa.

Así es mi rincón preferido
Para agostos de quimera.
Y en medio de tanta gloria
LINA, mi primavera.

¿Qué más puedo pedir?.
Si tengo la dicha entera!.



















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