En Salces, mi vida plena.
En la orilla
misma del Ebro,
Justo en la
orilla izquierda,
A mil metros
de Fontibre,
Tengo mi casa en piedra.
La levantaron mis padres
Y feliz crecí
en ella,
Ahora
acumulo mil sueños
Siempre que
vengo a verla
En verano y
en otoño
En invierno y primavera.
Tiene una
huerta frondosa
Cien árboles
esbeltos,
Un nogal de buena planta
Frutales… y muchas
rosas.
Agua clara del
río…
Madera…
El sonido suave de las hojas
Y la chopera…
El canto dulce de un jilguero
Que se
columpia en las salceras.
Y el color de hierba verde
La yedra y
enredaderas.
El sol que
se cuela firme
A través de
la floresta,
Pero cede su
fulgor
Con la sombra de la arboleda.
Varias lanchas de granito
Silencian la
carretera
De mil
coches que pasean
Cual hormigas en hilera.
Los campanos
de las vacas,
Una burra
que amamanta
Y la gata observadora
Se suman a la estampa.
Por las
tardes llega el cierzo
Y el
ambiente se refresca.
Dormir, se
duerme con manta,
Y se descansa.
Así es mi
rincón preferido
Para agostos de quimera.
Y en medio
de tanta gloria
LINA, mi
primavera.
¿Qué más
puedo pedir?.
Si tengo la dicha entera!.
.
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