Estimados lectores y lectoras, hoy quiero traer a
colación los problemas que nos afectan al ya muy numeroso colectivo de las
Personas Mayores, los cuales he ido recopilando en mi ya larga dedicación a estos
temas sociales, y dar a conocer la situación que es tan preocupante como
injusta.
Digamos en primer lugar que a nadie se le oculta que hoy
en España, se vive más y se vive mejor.
Por un lado las mejoras en el Estado del bienestar y
sobre todo también con los avances científicos, tenemos ahora unas
perspectivas de vida muy superiores a
las que tuvieron nuestros antepasados y obviamente esta circunstancia tan
positiva ha supuesto que el número de personas mayores suponga una parte muy
considerable de la ciudadanía total.
Es también una cuestión obvia que si la edad biológica ha
evolucionado hasta las cotas que en la actualidad se disfrutan debe evolucionar
del mismo modo y a la par la bien
denominada edad social, es decir que las personas mayores tengan su protagonismo real y desempeñen su
papel con nuevos derechos y también con nuevas obligaciones.
Una sociedad desarrollada y en su empeño legítimo de ir consiguiendo cotas más altas de bienestar, debe ser capaz
de incluir en igualdad de oportunidades a todas las personas que la integran
acorde con sus capacidades, en la cual deben participar también, porque pueden,
el colectivo de personas mayores con todo su capital de conocimiento y
sabiduría adquiridos a través de los años.
No tiene razón de ser que en una época, la actual, en
donde están surgiendo nuevos retos de competitividad y se ponen de manifiesto
la necesidad de la profesionalidad, la sabiduría y la experiencia, se siga
cometiendo la grave equivocación de marginar a las personas mayores de toda su
actividad efectiva. Porque además es un hecho bien evidente QUE LA EXPERIENCIA
NO SE JUBILA.
Del mismo modo es también un error seguir considerando al
colectivo de personas mayores como un problema social y obviar que puede ser un
recurso positivo para vitalizar la convivencia democrática en todos los
aspectos de la dinámica cotidiana. ¿A quién se le oculta que la paga de los
abuelos está resolviendo la situación un tanto dramática en demasiadas
familias?
Seguidamente quiero reseñar una serie de consideraciones
recogidas en los estudios efectuados para el Seminario Internacional sobre LA CONTRIBUCION DE LAS PERSONAS MAYORES
AL DESARROLLO ECONOMICO Y SOCIAL celebrado en Madrid los días 16,17 y 18 de
noviembre del año 2.005 y que encajan muy directamente en las cuestiones que
ahora estamos analizando:
“La edad en sí misma no supone una
circunstancia que diferencie a las personas mayores de las demás, sin embargo
sí concurren en este colectivo determinados factores que lo hacen especialmente más vulnerable,
debido entre otras cosas a los cambios sociales y cambio de valores producidos
en la sociedad española, con una cierta y progresiva transformación del núcleo
familiar tradicional; aumento constante del número de personas mayores que
viven solas y otros factores que agudizan todo lo anterior…
La vida de las personas mayores está asociada
a dependencia y se fomenta la idea de que son improductivas y sus vidas son
ignoradas.
Es cierto que un buen número de personas
mayores tienen un riesgo de dependencia alto pero en el contrapunto están otro
número elevado que quieren y pueden seguir contribuyendo con su “Saber hacer” a
la buena marcha de la sociedad.
Recurriendo también a
los textos recogidos en el Foro de la sociedad civil sobre
envejecimiento, Foro de ONGs y Foro científico, León 5 de noviembre de 2.007, y
al Tratado de Lisboa, extracto seguidamente un buen número de conclusiones
relacionadas directamente con este tema.
. No existe un cambio radical
entre la madurez y la vejez, ni tampoco existe una definición satisfactoria de
vejez. Cualquier discusión general sobre envejecimiento no es una cuestión
fácil de responder.
Los mayores son un grupo
heterogéneo que viven en circunstancias muy diferentes y están muy expuestos a
estereotipos y prejuicios sociales.
Es frecuente oir hablar,
especialmente a los políticos y medios de comunicación sobre el “problema” del
envejecimiento como si el haber logrado una prolongación de la esperanza de
vida fuese un problema en lugar de un gran éxito de la Humanidad.
Está clara la marginación social
del mayor y la contradicción que supone que se realicen declaraciones de
reconocimiento de la experiencia de los mayores, mientras que, en base a los
estereotipos negativos de la vejez, se producen y se consienten claras
discriminaciones por razón de edad y una evidente marginación en la vida social
y política.
Una sociedad para todas las edades, fue el mensaje reivindicativo de
la II Asamblea Mundial del Envejecimiento de las Naciones Unidas celebrada en
Madrid en 2.002.
Sabemos también que todos los indicadores coinciden en que el
porcentaje de personas mayores en la Unión Europea aumentará considerablemente
en las próximas décadas y se prevé que
del 17% actual pasará al 28% en el año 2.050, pues además del aumento de la
media de vida ya citada, hay que tener en cuenta la llegada de las personas de
la generación llamada del “baby-boom” (1.955-1.985), así como las bajísimas
tasas de natalidad que se dan en los tiempos actuales.
Es también evidente de que nos hallamos ante una realidad nueva los
nuevos mayores, hombres y mujeres con una expectativa de media de vida de 85
años y con una preparación cultural cada vez más elevada.
Esta nueva circunstancia requiere nuevas formas en el diseño de la
política en general teniendo en cuenta que si la edad biológica ha evolucionado
favorablemente hasta cotas impensables hasta hace bien poco tiempo, debe
también evolucionar la bien llamada edad social, es decir, darles a las
personas mayores un nuevo papel social, nuevos derechos y también nuevas
obligaciones y nuevos deberes.
En definitiva: Permitir a las personas mayores
contribuir en la vida económica, social, política y cultural de la sociedad y
participar sobre todo en la toma de decisiones respecto a las cuestiones que
les conciernen y confiar en su experiencia y sabiduría como base para el
desarrollo futuro, y Que
se hable de mayores, para los mayores, con los mayores.
A continuación presento
las siguientes propuestas, por si algún político de turno es capaz de asumirlas
y tiene empuje suficiente para que su partido las incluya en el Programa
general, ahora que están con las manos en la masa::
1. En el
Programa General para las próximas
elecciones generales, incluir toda la problemática de las Personas Mayores en
un capítulo concreto,
2. Que las personas mayores tengan su propia voz
en todas las Instituciones.
3. Fomentar el envejecimiento activo.
4. Modificar artículo 14 de la Constitución para
incluir “por razones de edad”.
5. Recuperar y poner en valor la misión
fundamental de los Centros de Mayores.
¿QUÉ QUIEREN LOS
MAYORES?
Ya he comentado que la situación de las personas mayores
es muy preocupante y en general están injustamente marginadas.
En el envejecimiento
no siempre coinciden los años cronológicos con los años biológicos, ya
que algunas personas envejecen primero que otras, dependiendo de muchos
factores.
Es un hecho cierto que se difunde
generalmente una imagen decrépita y engañosa, con un lenguaje peyorativo,
paternalista y discriminatorio.
El mensaje sobre los mayores es muy reducido
y aparece ligado a conceptos como soledad, dependencia, aislamiento,
enfermedad…
Están marginados de todos los órganos de
decisión…
Hay que incrementar las actividades
educativas y culturales, para retrasar lo más posible los procesos de
degeneración intelectual, así como las actividades sobre los conocimientos de
la informática. Es ya evidente un analfabetismo funcional.
Se deben fomentar las actividades físicas
para retrasar el deterioro corporal.
Se debe recomendar la práctica del ocio como
virtud y no como mero pasatiempo Fomentar la autoestima individual y colectiva
y también el auto-concepto.
. No se defienden sus derechos y su
dignidad convenientemente.
. No se fomenta su participación integral.
. No se mejora su valoración social y su
calidad de vida.
. No se facilita el acceso a la información
de los temas de interés general.
… y así hasta casi un centenar de reivindicaciones
concretas recogidas en 10 áreas, a modo de decálogo reivindicativo.
Los mayores están claramente a favor de un envejecimiento
activo y saludable y están dispuestos a colaborar si tienen las oportunidades
adecuadas y saben lo que necesitan para hacer una sociedad más justa y
equitativa.
Además en una sociedad como la actual, que
promociona todo lo relacionado con la
juventud, es también muy importante rescatar los valores que se encarnan en las
personas mayores, tales como la experiencia, la sabiduría, la memoria
histórica… y se les debe incluir como parte de la población en plano de
igualdad con los demás colectivos en todo tipo de actuaciones.
Así pues, se debe cambiar el estereotipo de la vejez, ya
que la vejez es una etapa más del ciclo vital con aspectos positivos y también
negativos, pero que dependen de circunstancias personales, sociales y
biológicas.
Propiciar una imagen en positivo, renovada y
activa, del mismo modo que lo joven se ha convertido en un valor por sí mismo,
pero lo es también ser mayor.
Recuperar la solidaridad entre generaciones, porque los
que nos han precedido han sido capaces de poner los cimientos del presente con
su trabajo y sacrificio, tanto a nivel personal como a nivel colectivo.
Porque los mayores pueden cumplir un papel de gran
relevancia en el mantenimiento y trasmisión secular de las tradiciones, de
cultivar todas las posibilidades que nos ofrece nuestra rica y variopinta
cultura tradicional, que es por cierto la mejor carta de identidad de los
pueblos.
También porque con el aumento progresivo de la pirámide
de edad las personas mayores serán necesarias para cubrir las listas
electorales en un gran número de los 8.000 ayuntamientos de España.
Porque uno por ser mayor no tiene que quedar amortizado
social y políticamente y aún tiene mucho que hacer y que transmitir a los
jóvenes por su experiencia.
En definitiva, hay
que conseguir una imagen renovada de las personas mayores.
Campurrianos activos
REIVINDICACIONES PRINCIPALES QUE EL COLECTIVO
DE MAYORES DEMANDA SEGUN SU PROPIA OPINION:
Estas reivindicaciones han sido obtenidas por medio de
talleres desarrollados en ambientes diferentes, así como en otros foros y
coloquios diversos, con objeto de acercarnos a las dificultades y a los retos
con nuevas alternativas para recuperar la presencia y el protagonismo de las personas
mayores en la sociedad actual:
. Debate en la Universidad para los Mayores
en la Complutense, con el título Las
personas mayores en la sociedad de hoy, curso 2.005-2006.
. Jornadas El valor social de las personas mayores en el Hotel Melia Princesa
de Madrid, 18 de abril 2.006.
. Taller sobre la Situación de los mayores en la sede del Partido Socialista de
Madrid, 6 de junio 2.006.
. De un resumen de las principales
conclusiones de la consulta a personas mayores.
. En Congresos nacionales e internacionales.
. En Conferencias y seminarios en el IMSERSO.
Todas las opiniones recogidas, se han encuadrado en diez
puntos a modo de decálogo reivindicativo:
1. Temas económicos, pensiones y vivienda.
Se solicita elevar las pensiones mínimas, y
sobre todo las de viudedad, ya que se consideran precarias para envejecer
dignamente.
Se debe propiciar que el mayor llegue a su
jubilación con la sensación de seguridad, de que sus necesidades básicas van a
estar cubiertas.
No a la precariedad. Debe haber una corresponsabilidad
entre el tiempo que se ha trabajado, la edad con que uno se jubila y la pensión
que queda para retirarse de la actividad laboral, que no de la sociedad.
Se debe cambiar la
idea de que las personas mayores son un colectivo no productivo en términos de
rentabilidad económica.
Promover tipos de viviendas y apartamentos
para mayores que opten por vivir solos.
Viviendas tuteladas para convivencia de dos
personas en cada una.
Dotar a todos los pisos de ascensores y rehabilitación de las viviendas para adaptarlas
a sus necesidades, proporcionando las ayudas que se estimen convenientes.
2. Temas de salud y estado físico.
Se solicitan más Geriatras, ya que los
existentes son absolutamente insuficientes.
Mayores facilidades y actividades formativas
para poder realizar más y mejor ejercicio físico.
Cursos de formación e información de los
riesgos domésticos con programas preventivos para evitar los accidentes dentro
del hogar.
Eliminar las barreras arquitectónicas que
dificulten la movilidad.
Potenciar los programas de termalismo.
Reducción de las listas de espera, aumentar
el tiempo de las consultas médicas y reducir la masificación en los centros
sanitarios.
Crear la cartilla sanitaria del mayor.
Derecho a una muerte digna, además de los
cuidados paliativos. ¿Eutanasia?
3. Temas sociales.
Se debe cambiar el pensamiento social
existente de jubilado por el de ciudadano.
Los mayores son un colectivo plural y los
programas para mayores no deben ser diferentes a los de otros colectivos.
Su tiempo puede ser muy válido para muchos.
Efectuar encuestas en cada uno de los
barrios, distritos y municipios para saber la opinión real de los ciudadanos
hacia los mayores.
Se debe considerar a la persona mayor
particularmente y no solo desde la óptica del colectivo.
Crear centros de mayores en número y
capacidad de acuerdo con la población del entorno.
Crear igualmente las residencias públicas
necesarias de acuerdo con la población
del entorno y hacerlas al ritmo que exige el aumento de la población mayor que
es muy elevado y creación de más guarderías y escuelas infantiles para liberar
a las “abuelas canguro”
Que se deje de ver al mayor como un problema,
ya que no es un colectivo marginal, tiene el mismo valor que otros colectivos
de la sociedad.
Que se considere al mayor como un agente
activo y dinámico dentro de los procesos de evolución y cambio social.
Promover la interacción con la juventud,
dentro de espacios para debates, foros de discusión, talleres organizados a
través de asociaciones, fundaciones, ateneos, etc; favorecer en definitiva el
diálogo y la cooperación de proyectos
inter-generacionales.
Que se incremente el escaso acceso de las
personas mayores al beneficio de los recursos públicos.
Más y mejores servicios de ayuda a domicilio,
tele-asistencia y centros de día para poder permanecer en sus casas el mayor
tiempo posible
Promocionar la condición de dignidad entre
los mayores.
Corregir su apatía y su falta de interés por
los temas actuales que nos preocupan a todos.
La sociedad está cambiando y hay que
sensibilizarla para que cambie su percepción de los mayores, que los vean como
un recurso de desarrollo y no como una carga social.
Se debe fomentar el mundo asociativo.
Que funcione el Consejo de mayores
4. Temas culturales y formativos.
La cultura es transversal, para todos, y por
tanto no se debe hacer una cultura especial para mayores y fomentar una
formación sobre cultura general.
Que sus actividades ocupacionales sean de
calidad en el aspecto intelectual y no meros talleres banales.
Que se les facilite hablar de sus
experiencias.
Actividades intelectuales y Universidad para
los mayores, sin limitación de plazas.
Informática para todos, especialmente
Internet.
Desean una formación permanente para ser más
libres y más críticos.
Presencia del mayor en la escuela primaria
como formador; no se debe desperdiciar la experiencia del anciano; sus
conocimientos son un patrimonio cultural muy grande para la comunidad.
Terminar con el analfabetismo, en especial en
las mujeres, a través de escuelas de mayores.
Más actividades ocupacionales y formativas,
así como culturales.
Fomentar la creatividad, en todas sus facetas
de las manualidades y del arte, así como de la interpretación y artes
escénicas.
5.
Sobre la información.
Se necesita una buena información ya que
existe desinformación o no llega al colectivo de mayores y debe utilizarse
educativamente a través de la TV, como medio de comunicación de masas.
Dar a conocer la existencia de órganos de
representación de las personas mayores; por ejemplo los Consejos de Mayores y
enviarles a su domicilio los recursos que tienen a su disposición.
Ampliar y apoyar a las emisoras de radio que
se dediquen a informar a los mayores.
6.
Temas de la familia.
En otras culturas las personas mayores son
muy respetadas y escuchadas por los jóvenes y tienen mucha autoridad.
Derecho a decir no ante las situaciones de
abuso.
Que los mayores no sean objeto de explotación
a la hora de ayudar a los hijos.
Que se entienda a los mayores como un soporte útil en los cuidados a los
nietos, a los hijos…, pero dentro de los límites que marca la individualidad.
El ser “abuelos canguro”, debe ser algo
opcional, de libre elección, pero no por obligación. 6 de cada 10 abuelas
cuidan de sus nietos.
El anciano no debe convertirse en el
“esclavo” de los hijos y los nietos, aunque siempre estén dispuestos a ayudar
en el ámbito familiar, sobre todo las mujeres mayores.
Se deben respetar la libertad de las personas mayores,
sus planes, sus proyectos personales…
Crear la figura del “defensor del mayor” a
nivel nacional, con el mismo rango que el de la juventud.
Poner en práctica los conceptos de la Tutela
y la Curatela.
7. En cuanto a la participación en los
órganos de decisión.
Hay
que cambiar la dinámica actual y conseguir que los mayores estén en todas los
órganos de decisión: ayuntamientos, comunidades autónomas, congreso de los
diputados… Que se les de protagonismo.
Hacer más operativos los consejos de mayores,
y crearlos en los municipios que no existan.
Mayor acercamiento al ciudadano del poder
municipal al que consideran verdadero poder, porque vertebran decisiones
políticas que están más próximas a su cotidianidad.
Mayor presencia donde exista la posibilidad
de promoción de las personas mayores dentro del debate social.
Confirmar que la jubilación en el trabajo no
supone la marginación social, sino que sigue siendo la persona jubilada
ciudadana con capacidad y derechos a la participación en la gestión social,
cultural y política.
8. Lo lúdico y lo festivo.
Evitar el ocio como vicio y plantearlo como
virtud y cosa positiva.
Jugar a las cartas, baile una vez por semana
y viajes de vez en cuando, es poco.
Hay que incrementar el número de plazas
disponibles para el ocio ocupacional y todas las demás actividades que
podríamos tener en los servicios asistenciales de cada zona.
Que se apoyen más las fiestas populares y
tradiciones locales. La cultura tradicional es una de las mejores cartas de
identidad de un pueblo, pero no solo en lo que se refiere a folclore de
escenario. En la cultura tradicional y popular hay que encajar la gastronomía,
la arquitectura popular, la literatura de cordel, la vestimenta…
9.
En cuanto a lo psicológico.
Incrementar de manera efectiva la autoestima
y el auto-concepto.
Quitar los tópicos de los que son víctimas y superar el
miedo que aún perdura de tiempos pasados.
Que los jóvenes sepan de su historia y cómo
los que ahora son mayores han luchado para abolir todas las trabas sociales,
políticas e ideológicas, conformando una España muy diferente a la que ellos
vivieron.
Que la memoria colectiva nunca olvide lo que ha sufrido
la generación de la posguerra: el miedo, la emigración, la precariedad, la
miseria, la incultura, el abuso, el desarraigo, la falta de recursos, la
separación, la persecución, la falta de libertades, la discriminación la polarización
social, la enfermedad, las perdidas personales de familiares y amigos, la
incomprensión, la represión sexual, la desinformación, la opresión policial, la
cárcel, la estigmatización de las ideas, la supresión de los derechos, la
imposición del idioma, la prohibición, el maltrato físico y psicológico…etc.
Que se abandone su imagen de parásitos e inútiles y que
su imagen se proyecte en positivo.
Que el discurso sea de alegría de ser mayor y no de
tristeza, enfermedad y resignación.
10
Su aporte en lo político.
No es suficiente ni puede ser ir cada cuatro
años a votar y luego desaparecer.
Colaborar con expertos de otros colectivos en
la elaboración de los programas electorales
Participar en los mítines y no solo como
oyentes sino como ponentes, ya que hay gente mayor, política y no política, muy
cualificada para ello y que tienen mucho que decir.
Que los mayores estén visibles en los actos,
ya que en la actualidad hay una segregación evidente a favor de la juventud.
Participar con su experiencia en los temas de
reflexión y debate dentro del partido en el que militen.
Jugar a las cartas,
claro que sí, en este caso la brisca, pero sin pasarse.
.
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