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Año 1.715. Puente de Toledo
El primer marqués del Vadillo, durante su mandato como regidor de esta Villa, encargó el proyecto del puente a Pedro de Ribera en 1715, en el cual participó Ardemans.
Sus obras se prolongaron hasta 1.732, por causas diversas, pero sobre todo económicas.
Se construyó sobre otro antiguo y no ha sufrido transformaciones.
En la parte central lleva dos templetes, uno a cada lado, en estilo barroco madrileño sobre las que están colocadas las estatuas de San Isidro Labrador y la de su esposa Santa María de la Cabeza, obras del escultor Juan Ron, con los escudos de la Villa de Madrid y el escudo real, respectivamente.
Consta de nueve ojos en arco de medio punto sobre robustos pilares de granito.
En la actualidad está fuera de servicio para el tráfico rodado y ha quedado como monumento artístico de la zona.
El tráfico circula por otro puente moderno construido en sus cercanías que enlaza la Glorieta de Pirámides con General Ricardos.
El puente tiene sus antecedentes en uno rústico que con frecuencia era arrastrado por las crecidas del Manzanares.
También en 1.682 hubo un proyecto de Manuel del Olmo, pero por razones administrativas se paralizaron las obras.
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