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Año 1582 . Puente de Segovia
Dibujo realizado antes de la construcción de la cúpula de la catedral de la Almudena
El Puente de Segovia es una obra notable del insigne arquitecto Juan de Herrera. Construido en piedra de granito. Consta de nueve ojos, rematados en arcos de medio punto. Con dimensiones excepcionales de seis carriles y dos amplias aceras da cumplida satisfacción, incluso a las exigencias actuales del tráfico de coches y peatones que diariamente lo cruzan en ambas direcciones.
Ya Felipe II encargó su construcción con el propósito de convertir a la calle de Segovia en uno de los accesos más importantes de la Villa. Este gran puente sustituyó a otro pequeño y antiguo de madera, denominado la Puente Segoviana.
La obra resultaba descomunal para la época y también su coste y ha sido motivo de ironías literarias frecuentes. Como la recomendación que le hiciera Lope de Vega al corregidor de turno, que “La Villa comprara un río o vendiera el puente”. En otra ocasión también Lope escribiría: “… Teneis un hermoso puente con esperanzas de río …”.
Aparte de su valor arquitectónico, tiene el añadido histórico de ser la única obra importante que se conserva en Madrid del reinado de Felipe II, construido durante los años 1582, 1583 y 1584.
Su costo alcanzó la cifra de 200.000 ducados.
Existe la leyenda de que una de sus bolas de piedra sufrió condena porque se cayó de su sitio y causó una muerte.
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