sábado, 17 de enero de 2009

EFEMERIDES MATRITENSES 852 - 1992


LIBRO SOBRE LA HISTORIA DE MADRID







CARACTERISTICAS DEL LIBRO:
Editado por Editorial El Avapies, Madrid, en 1.992.
Número de páginas: 300
Tamaño: 21,5 cm. de alto por 15 cm. de ancho.
I.S.B.N. 84-86280-59-1 / Depósito legal: 11.824-1992.



ACLARATORIA:
Este libro contiene 571 reseñas históricas y descriptivas de mayor o menor amplitud, de las cuales haré una mención en este blog. De algunas de ellas incluiré la reseña completa al pié de la letra, tal y como figuran en el libro; de otras daré algún detalle y del resto indicaré solo el título y el año correspondiente.




ILUSTRACIÓN DE LA CUBIERTA:
Oleo de Manuel Castellano titulado Muerte del Conde de Villamediana, propiedad del Museo del Prado, cedido por el Museo Municipal de Madrid.
Representa el momento en que el cuerpo herido de muerte del conde de Villamediana es despedido en el portal del palacio de Oñate, ” donde concurrió toda la Corte a ver la herida”. Un médico le atiende, y un sacerdote que porta el viático y un monaguillo se aproximan para contemplarle al igual que un numeroso grupo de curiosos. Al fondo se ve el comienzo de la calle Mayor y el desaparecido templo de San Felipe el Real, cuyas gradas, repletas de gente, eran conocidas como el “Mentidero de la Villa”.
Don Juan de Tassis y Peralta, con de Villamediana es uno de los personajes más legendarios de la corte madrileña de los Austrias.


CONTRACUBIERTA- texto:
EFEMERIDES MATRITENSES es un libro que pretende ser fiel a su propio nombre, y es por ello que recoge, cronológicamente, los hechos históricos, sucesos y acontecimientos más notables a través de los tiempos, desde que un día, el emir Mohamed I, allá en el año 852 de nuestra era, decidiera fortificar las rutas de acceso a la imperial Toledo, por la sierra del Guadarrama, y pusiera sus ojos en el cerro sobre el río Manzanares protegido por dos barrancos (hoy calles de Segovia y Cuesta de San Vicente), para edificar en él el primer embrión del Madrid que conocemos.
Pero la vida de un pueblo se compone también de otros ingredientes fundamentales como son: su literatura, sus artes y humanidades…y, sobre todo, su cultura tradicional, o saber del pueblo, transmitido de padres a hijos durante generaciones y que lo convierten, por tanto, en su esencia vital y su signo de identidad más genuino.
EFEMERIDES MATRITENTES es en suma un recorrido, ilustrado en ocasiones con dibujos alusivos, por sus personajes más ilustres y populares, monumentos antiguos y modernos, tradiciones, hechos y dichos, que configuran el impulso de esta villa, convergencia de culturas, y que por méritos propios ha llegado a ser escenario y punto de referencia de la modernidad latente.



DEDICATORIA:







A MODO DE PRESENTACION.

De Madrid se ha dicho ya todo. Bueno, digamos, casi todo. Por lo tanto sería yo ingenuo si pretendiera decirles que en este libro digo muchas cosas inéditas. No, no es esta ni mi intención ni mi objetivo.
Sin embargo, si quiero decirles que es un libro diferente.
Es un libro hecho pensando en Vd. En Vd. que quiere saber cosas de Madrid sin entrar en conocimientos profundos y exhaustivos, con complicaciones de datos, fechas, detalles… pero sí yendo un poco más allá, bastante más allá de los datos que proporcionan las ya muchas guías para turistas.
Con Efemérides matritenses he intentado tratar el mayor número de temas que me ha sido posible y lo suficientemente desarrollados como para poder sacar una idea general de la trama madrileña y de sus señas de identidad.
Está vertebrado por orden cronológico, salvo excepciones, atendiendo a la fecha que puede ser más interesante o significativa para cada tema en particular.
Se incluyen también algunos dibujos para que resulte más ameno y agradable el “recorrido”.
He pretendido, en suma, reflejar la evolución y el desarrollo de Madrid, que antes que Corte fue Villa, antes que Villa fue Pueblo y que nunca fue Ciudad.


INTRODUCCION.


La permanente atención que sobre Madrid se ha tenido siempre y desde muy distintas ópticas, intereses y aun de intenciones, ha llevado a los observadores de aquí y de allá a conclusiones muy diversas, variopintas y hasta chocantes sobre el tejido social, cultural y urbano.
Es cierto que Madrid puede resultar desagradable para unos, pero también es motivo de orgullo para muchos otros.
Interpretaciones aparte, en lo que sí podemos estar todos de acuerdo es que Madrid, por sus personajes, por su talante, por sus monumentos…es diferente.
Que Madrid, solo es Madrid, y de Madrid al cielo.
Frase que pronunciara un madrileño de casta, Ruy González de Clavijo, allá en el comienzo del siglo XV, al regreso de su viaje como embajador del rey de Castilla Enrique III, ante el gran Tamerlán en Samarcanda.
De Madrid al cielo. Loa llena de significación y lirismo, tantas veces repetida. Incluida también en una bella estrofa dedicada a Madrid por Luis Quiñones de Benavente, un toledano nacido en 1.589:

“Pues en invierno y verano
en Madrid sólo son buenos
desde la cuna a Madrid
y desde Madrid al Cielo”.

A bellas páginas literarias, alegorías pictóricas, obras de teatro y género “chico”, estampas populares, etc., etc., hay que añadir muchas también de sus detractores.
La vida de Madrid, su historia de cada día, se sucede entre sueños, mitos y elogios, luchas también, intrigas y desprecios.
Dicen las crónicas que es difícil ser indiferente en Madrid. Ciudad apasionada y sensitiva. Capital de la hospitalidad a espuertas; y es que Madrid se hizo desde siempre merecedor de la atracción de toda clase de gentes venidas de fuera, y que una vez aquí, decidieron no marcharse nunca.
Quizás algunos de los primeros enamorados de este Madrid, bajo su cielo claro y embrujador, tantas veces exaltado por pintores y poetas fueran aquellos árabes del siglo IX, que le denominaban “Pueblo del sol”.
El territorio madrileño ha tenido siempre una importancia relevante histórico-geográfica para atravesar la cordillera Central, ya que una de las rutas más importantes de España cruza por el puerto de Somosierra.
Está situado en el centro teórico de la península a 650,7 m. sobre el nivel del mar; a orillas del Manzanares, que es afluente del Jarama y éste a su vez lo es del Tajo.
Fue ocupado por una pequeña población visigótica primero, musulmana después y más tarde castellana.
Su población actual se fundamenta mayoritariamente en el movimiento inmigratorio desde el siglo XVI, sobre todo del procedente de las provincias limítrofes en las últimas décadas.
Pero esto no significa que Madrid no posea una identidad definida como pueblo; más bien al contrario, es rico en sus fiestas, costumbres y tradiciones que definen su cultura tradicional propia.

Si bien la historia de Madrid es pobre en acontecimientos importantes hasta el siglo IX, hacemos un recorrido histórico, como introducción, desde los primeros tiempos de España para interpretar mejor los acontecimientos posteriores que de alguna manera repercutieron en los hechos particulares del pueblo de Madrid, sobre todo a partir del año 1.561 en que Felipe II le hiciera corte; época en la que cobra un protagonismo inusitado en el que el pueblo llano se ve involucrado, a veces, en contra de su propia voluntad, y sufriendo unas consecuencias adicionales como capital del Reino.

La historia de España se divide en cuatro etapas importantes: historia de la Edad Antigua, que comprende desde los tiempos más remotos hasta la invasión de los bárbaros del norte en el año 409. La Edad Media, que incluye hasta los Reyes Católicos, año 1.479. Historia Moderna hasta la guerra de la Independencia. Y la Contemporánea.

En el año 718, siete años después de la invasión árabe en el 711, se inició la Reconquista de la mano de don Pelayo y se creó el Reino de Asturias.
Al mismo tiempo Vasconia pone los cimientos del Reino de Navarra y Cataluña el Condado de Barcelona.
El Reino de León se establece como consecuencia de la expansión del Reino de Asturias que traslada su corte a León para que la capital del reino estuviera en el centro de sus dominios.
El Condado de Castilla surge de la mano de Fernán González que rompe sus vínculos con el Reino de León y crea el Condado de Castilla independiente, en el año 950.
En el año 1.037 se produjo la unión de Castilla y León, con el matrimonio de Fernando I con doña Sancha, separándose de nuevo a la muerte del rey, que repartió el reino entre sus hijos, en 1.065. En el año 1.072, Alfonso VI, el Bravo, lo reunificó hasta su nueva división en 1.157 que Alfonso VII, a su muerte, lo repartió también entre sus descendientes.
En 1230, Fernando III el Santo, efectuó la unión definitiva.


Reyes y gobiernos sucesivos:

Alfonso X, el Sabio (1252-1284). Sancho IV, el Bravo (1284-1295). Alfonso XI (1312-1350). Pedro I, el Cruel (1350-1368). Enrique II, el Bastardo (1369-1379). Juan I (1379-1390). Enrique III, el Doliente (1390-1406). Juan II (1406-1454). Enrique IV, el Impotente (1455-1474). Isabel y Fernando, los Reyes Católicos (1.475-1504). Juana la Loca y regencia del cardenal Cisneros (1504-1516). Carlos I (1516-1556). Felipe II (1556-1598). Felipe III (1598-1621). Felipe IV (1621-1665). Carlos II (1665-1700). Felipe V (1700-1724-1746). Luis I (1724-1724). Fernando VI (1746-1759). Carlos III (1759-1788). Carlos IV (1788-1808). José I, Bonaparte (1808-1808). Fernando VII (1808-1833). Isabel II (1833-1868). Amadeo I de Saboya (1870-1873). Primera República (1873-1874). Alfonso XII ( 1874-1885). Alfonso XIII (1885-1931). Segunda República (1931-1936). Guerra civil (1936-1939). Dictadura de Franco (1939-1975). Juan Carlos I.



... sigue

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