martes, 6 de abril de 2010

EFEMERIDES MATRITENSES 852 - 1992

LIBRO SOBRE LA HISTORIA DE MADRID
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Año 1754. San Antón.

El edificio de San Antonio Abad, mejor conocido por San Antón, está situado en la calle de Hortaleza, 63. Fue trazado por Pedro de Ribera y la iglesia es obra de Juan de Villanueva.
Se construyó sobre el convento de los Hospitalarios de San Antón, conocidos popularmente como los “antonianos”, orden religiosa que fue suprimida por disposición canónica del papa Pío IV, y el rey Carlos IV cedió el convento y la iglesia a los padres escolapios.

El colegio de San Antón fue fundado en 1754 por el padre escolapio Pío Peña. Es conocido también por las Escuelas Pías y en sus aulas estudiaron preclaros eruditos de las letras y las artes. Así por ejemplo, entre sus alumnos figuran nombres ilustres como Goya, Larra, Bretón de los Herreros, Poncela, Gómez de la Serna, Conrado del Campo, Moreno Torroba, etc.

El día 5 de julio de 1794, los padres escolapios efectuaron el traslado desde su antiguo y obsoleto colegio inicial a este nuevo edificio de estilo barroco que estamos describiendo y para lo cual se efectuaron algunas transformaciones en su distribución interna y pasó a denominarse Real Colegio de San Antón.
La iglesia, también de estilo barroco, posee una magnífica colección de obras de arte, entre las que destaca un cuadro de Goya, titulado La última comunión de San José de Calasanz, considerado como la obra maestra de la pintura religiosa.





Este cuadro fue pintado entre los años 1775 y 1780 y sus dimensiones son de 2,50 x 1,80 m. Goya cobró por este cuadro genial la cantidad de 16.000 reales de vellón, cifra muy considerable para la época, de los cuales cobró por adelantado 8.000 reales para efectuar un pago por la “quinta” que acababa de comprar. El cuadro muestra a José de Calasanz comulgando por última vez a los noventa y un años. El santo, con rostro de moribundo, recibe la sagrada forma iluminado por un rayo de luz divina, impregnando el oscuro cuadro de una tensión piadosa y mística.

En una esquina de este edificio se conserva la fuente de los Delfines, obra de Ventura Rodríguez, que fue colocada en 1772.


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