Es una vía de
acceso desde la calle de Segovia y parque de Atenas a la calle Bailén, La Almudena y Palacio Real.
Vía sinuosa,
imprescindible para salvar el desnivel. Está hecha sobre restos de la muralla y
es uno de los lugares más pintorescos de la villa de Madrid, cargado de
historia antigua.
En su
recorrido, breve, se asientan dos plataformas transformadas en jardines. Uno
dedicado a Azorín con su estatua, obra de Agustín de la Herrán y con una frase
de su libro Madrid sentimental reproducida
en el muro con un escudo de Madrid: “En
Madrid desaparece la acritud, queda el sentimiento…”.
Hay también
dos placas homenaje con las siguientes inscripciones:
“Árbol. Homenaje a Madrid”. Oficina
Nacional Austriaca de Turismo, en su 25 aniversario 1.957-1.982”. Enfrente
crece un bello pino.
“Raíces de amistad”. Pino Vieney donado a Madrid. Skal Club. Viena
Skal-Club. Madrid, 25 de mayo de 1.982”. Enfrente crece otro pino.
En la
segunda plataforma está el jardín dedicado al músico Boccherini. Tiene un busto
en bronce sobre pilastra en piedra y una inscripción: “LUIGI BOCCHERINI, Luca
1.743-Madrid1.807. Y escrita también sobre el muro esta frase:
“Si Dios quisiera hablar a los
hombres se serviría de la música de Haydn; pero si quisiera oir música,
elegiría, sin duda, la de Boccherini. J.B.Cartier”.
Arriba ya,
está la plaza dedicada al emir Mohamed I, lugar visible de un trozo de muralla
que protegía el primitivo Alcázar.
El año
1.954, fue trascendente para este lugar ya que en esa fecha fue declarada la
muralla árabe que se conserva en esa zona, Monumento Histórico Artístico.
Una placa
colocada sobre la fachada que mira al sur de la Cripta de Catedral de la
Almudena nos recuerda: “Junto a este
lugar se emplazó desde el siglo IX la Puerta de la Vega, principal entrada al
Madrid musulmán”.
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