Se trata de un conjunto de plaza y jardines que toman
nombre de la antigua colina del Campillo de las Vistillas, asentamiento de los
visigodos madrileños durante la denominación árabe.
Esta plaza y jardines populares fueron trazados por el arquitecto Fernando García
Mercadal, inaugurados en el año 1.931, el día 11 de julio, por el entonces
alcalde de Madrid don Pedro Rico. Reinaugurados en su nueva distribución según
diseño de Manuel Herrero Palacios, el día 19 de noviembre de 1.947, siendo
alcalde don José Moreno Torres.
En la
actualidad se denomina plaza de Gabriel Miró, la cual alberga un busto
esculpido en piedra del pintor Ignacio Zuloaga, obra de Juan Cristóbal de 1.947;
una alegoría en bronce con el busto de Ramón Gómez de la Serna en el centro de
una fuente con estanque circular, obra de Enrique Pérez Comendador, inaugurada en 1972, y una estatua dedicada a La Violetera, obra del escultor Santiago
de Santiago, que estuvo en principio en la confluencia de las calles de Alcalá
y Gran Vía, trasladada el día 13 de junio de 2.003.
En el número 3 de esta plaza, mirando a la
catedral de la Almudena, una placa colocada en la fachada nos indica: “Casa
museo de Zuloaga / Campillo de las Vistillas de San Francisco/ Barrio de las
Aguas/ Distrito de la Latina”. Esta misma casa fue anteriormente el
estudio-Talle del escultor Victorio Macho.
Es uno de los escenarios típicos de Madrid en
donde se celebran diversos festejos populares. A principios del siglo XX era
lugar de celebración de un mercadillo de productos alimenticios, principalmente
frutas y verduras y en especial melones.
Balcón natural de la Villa hacia poniente, con el
río Manzanares bañando sus pies y una inmensa perspectiva multicolor con la
Casa de Campo al fondo. Atalaya
excepcional para contemplar las puestas de sol llenas de lirismo y otear en la
lejanía al norte la silueta de la sierra del Guadarrama.
Situado en una zona cargada de historia y con
personalidad propia, con un ambiente auténtico y castizo y núcleo urbano
alrededor del cual se fue desarrollando esta gran ciudad que aun tiene la
calificación oficial de villa.
Uno de sus accesos característicos desde la calle de Segovia, próximo al
Viaducto, es la popular Cuesta de los Ciegos, que por su trazado irregular
lleno de recovecos y escalera de 254 escalones, en gran pendiente, difícilmente
puede ser transitada por una persona ciega.
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