viernes, 10 de septiembre de 2010

LA CORRALA

EFEMERIDES MATRITENSES

LIBRO SOBRE LA HISTORIA DE MADRID



Otro aspecto muy concreto del Madrid castizo se centra en la forma de sus casas, en su arquitectura. Las casas de vecinos de corredor. Las llamadas corralas.

La corrala está estructurada en torno a un patio central grande, cada planta del edificio dispone de un corredor al que dan las puertas de entrada al interior y las ventanas de las viviendas. El acceso a los respectivos corredores o galerías se efectúa por una escalera general situada en un extremo.

En el gran patio central, los vecinos celebraban sus verbenas, sus fiestas… y su vida en común es conocida a través de sainetes y zarzuelas del Madrid castizo.

Por razones de economía, pues todas eran casas humildes, contaban con un retrete común para cada planta.

En la actualidad ya quedan muy pocas de estas corralas madrileñas como testimonio de un Madrid vivido, de un Madrid popular, bullicioso y entrañable.
La corrala superviviente de la calle de Paredes ha sido declarada Monumento Nacional en el año 1.977. Su estructura es de ladrillo y madera y ha sido restaurada hace unos años.

Era la corrala como un mundo en pequeño, agitado y febril, en palabras de Pío Baroja, que bullía como un hormiguero. Allí se trabajaba, se holgaba, se bebía, se ayunaba… Allí se construían muebles, se falsificaban antigüedades, se zurcían bordados antiguos, se fabricaban buñuelos… Era la corrala un microcosmos, allí había hombres que lo eran todo, y no eran nada: medio sabios, medio herreros, medio carpinteros, medio albañiles, medio comerciantes, también medio ladrones… muchos cambiaban de oficio, otros no lo tenían. Vivían sin planes, sin proyectos… Las mujeres de la casa, por lo general, trabajaban más que los hombres, y reñían casi constantemente.

De vez en cuando un sentimiento romántico, de desinterés, de ternura, les alumbraba como un rayo de luz, que les hacía vivir humanamente, pero cuando se les pasaba la racha, volvían a su inercia moral, resignada y pasiva.

Otro ejemplo de corrala se hallaba en la casa de “tócame Roque”, en la calle del Barquillo, habitada por más de medio centenar de familias de “chisperos”.


.

No hay comentarios: