"EFEMERIDES MATRITENSES"
El periódico “La Época”, el día 3 de marzo de 1.861 publicaba la siguiente noticia:
“El Ayuntamiento de Madrid ha acordado un empréstito de 25 millones de reales para emprender diversas obras públicas de la capital, como prolongar la calle de Bailén hasta el Cerro de las Vistillas, atravesando la calle de Segovia por medio de un gran puente. Ignoramos el fundamento de estas noticias, pero todo proyecto de mejora de Madrid que no tenga por punto de partida su ensanche, es malo; todo recargo de los artículos de primera necesidad hará que sea una de las capitales más caras de Europa”.
Sabemos a través de las crónicas de la Villa, que desde siempre hubo una obsesión por resolver el franqueamiento del gran barranco que fue la calle de Segovia. Sin embargo tuvieron que pasar muchos años para resolverlo con la construcción del viaducto.
Se construyó el primero con una estructura metálica, cuya primera pieza se colocó el día 31 de enero de 1.872, el cual sería reformado en los años 1.921 y 1.927.
Por último, entre 1.934 y 1.942, se le daría su versión actual en hormigón armado, con el proyecto de Ferrero, Aracil y Aldaz. Fue inaugurado el 28 de marzo de 1.942. La altura máxima de su arco central es de 25 m, 20 de ancho y 200 m. de longitud.
Su parte oscura:
Aparte de su servicio indiscutible para el tráfico, tiene también sus páginas negras ya que es uno de los lugares preferidos por algunos madrileños para poner fin a su vida, en un vuelo acrobático de muchos metros de altura entre sus barandillas y el asfalto de la citada calle de Segovia. Recientemente se han instalado unas pantallas protectoras de metacrilato en sus dos laterales.
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