EL BELEN.
También denominado "pesebre", "nacimiento", "portal", "retablillos", "montes sacros"... y entendido como una interpretación plástica y artística de la natividad de Jesús, su origen, se remonta al siglo XIII.
Fue creado por San Francisco de Asís en una cueva natural del valle de Rietti (Italia), y lo que comenzó siendo una expresión de devoción, llegó a ser con el tiempo una manifestación del más puro arte, de tal suerte que el primitivo portal de Belén, se convirtió en una historia de la liturgia navideña, en la que los parajes bíblicos se mezclaron con los apócrifos.
Esta tradición de los Belenes, llegó a España en 1.759 de la mano del monarca Carlos III, que trajo consigo desde Nápoles, la moda de los belenes muy arraigada allí. Los "presepis" o pesebres napolitanos, además de la inspiración medieval, gozaban de la influencia de la cultura del s.XVIII.
El futuro "rey alcalde", se trajo también consigo a Madrid, a maestros belenistas y muchas figuras finamente elaboradas.
La Corte española, recibió de muy buen grado aquella nueva moda navideña y nobles y burgueses contribuyeron a su difusión, con la instalación de belenes en sus palacios y residencias.
Pronto, Cataluña y Levante la recogieron con entusiasmo y la convirtieron en una firme tradición.
Mención especial merece el nacimiento mundialmente conocido del genial artista murciano Salzillo, compuesto por 456 figuras de personajes y 372 de animales, el cual le fue encargado por unos nobles murcianos de la casa Riquelme.
Otra persona importante fue Luisa Roldán, conocida como "la Roldana", que en Sevilla elaboró figuras dentro de la estética del s.XVIII.
En Madrid, Mayo Lebrija, estudió documentos de costumbres y vestuarios de la época del nacimiento de Jesús para elaborar sus figuras con el mayor rigor histórico posible…
Es también famoso en el mundo entero el Belén que Carlos III montó en Palacio para su hijo el príncipe Carlos, futuro rey Carlos IV, el cual aún se conserva.
EL ARBOL.
Los orígenes de la tradición del árbol de Navidad, del que se ha discutido mucho (entre las hipótesis varias, se ha pensado en una posible relación con el árbol de Adán y Eva, que aparecía frecuentemente en las representaciones medievales), son todavía oscuros y se hallan envueltos en la leyenda.
Sí se sabe con seguridad, que el uso del árbol se afirmó en los países nórdicos de Escandinavia hacia finales del s.XVI y que su difusión fue muy lenta, puesto que en 1.765, teniendo Goethe 16 años, quedó asombrado al ver por primera vez en Leipzig un abeto adornado e iluminado.
En Francia, el primer árbol de Navidad, fue introducido en 1.840 por la duquesa de Orleans.
En esa misma fecha, lo instaló en Inglaterra, la reina Victoria, en su palacio de Buckingham.
Después se extendió por otros países europeos, oscureciendo con ello la tradición típicamente cristiana del "belén".
A Estados Unidos, llegó de la mano de los holandeses.
Creo que en España comenzó hace menos de 60 años, aunque es muy evidente la fuerza que ha tomado, aunque el árbol sea de plástico y valga de un año para otro.
También hay que decir, que hubo un tiempo en que se consideraba pagano colocar regalos al pie de los abetos decorados, pero este sentir se disipó cuando San Colombiano encendió unas antorchas en forma de cruz en la copa de un árbol, lo cual se consideró desde entonces como el bautismo del "árbol de Navidad".
En los tiempos de Crounwell, en Inglaterra, quien iluminaba un abeto era encarcelado, penado con latigazos o ajusticiado.
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1 comentario:
Estaría bien que hicieras un pequeño comentario de las principales figuras no bíblicas incorporadas al Belén. Resulta curioso el "paganismo" de algunas escenas.
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