Fue proyectada en tiempos de José Bonaparte, quien puso la primera piedra en 1.813, en el lugar de acceso a Madrid por el Camino Real de Andalucía.
Fue terminada en el año 1.827 para conmemorar el regreso de Fernando VII, y sería la última puerta construida en Madrid.
Es un bello monumento de Antonio López Aguado, y fue bastante deteriorada por atentados antifernandinos.
Ha tenido diversos aditamentos decorativos y un jardín a su alrededor, desaparecido en la actualidad.
En sus cercanías se levantaba el matadero de Madrid, que luego ocuparía el espacio el mercado central de pescado. En la actualidad está dedicado, convenientemente restaurado y adaptado, a un mercado de arte y artesanía.
El día 15 de octubre de 1.841, sobre sus muros, se efectuó el fusilamiento del general Diego de León.
La puerta está formada por un arco y dos puertas adinteladas, con columnas de arte jónico. Su parte escultórica como remate del monumento representa a España recibiendo dones de las Provincias y las Artes. Es obra de los escultores José Ginés, Salvatierra y Barba. Incluye una placa con la siguiente inscripción:
“A Fernando VII, el Deseado, padre de la Patria, restituido a sus pueblos, exterminada la usurpación francesa, el Ayuntamiento de Madrid, consagra este monumento de fidelidad, de triunfo y de alegría. Año MDCCCXXVII”.
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