lunes, 29 de julio de 2019

SANTIAGO APOSTOL




                                PATRONO DE ESPAÑA

                          ENTRE LA HISTORIA Y LA LEYENDA



Santiago el Mayor
Santiago ó Jacobo de Zebedeo, fue uno de los apóstoles más destacados. Se le conoce como Santiago el Mayor para distinguirlo del otro Santiago, el Menor. 
Apodado el hijo del trueno y Matamoros, por su intervención, milagrosa, en las batallas de Clavijo, Hacinas y Simancas, entre los años 844 y 939, en contra de los musulmanes.
Falleció en Jerusalén el año 44.

 Santiago Matamoros en Carrión de los Condes

LA BATALLA DE CLAVIJO
Según el Diccionario de Historia de España, se trata de un enfrentamiento mítico, que se consideró histórico durante mucho tiempo, dirigido por Ramiro I, rey de Asturias contra los musulmanes, el 23 de mayo de 844, con la ayuda milagrosa del apóstol Santiago, y que fue producto de la imaginación quizás del arzobispo Rodrigo de Rada?

SANTIAGO Y SAN MILLÁN -PATRONOS DE ESPAÑA- EN LAS HISTORICAS BATALLAS DE HACINAS (Burgos) y SIMANCAS (Valladolid)


BATALLA DE HACINAS
En el histórico Poema de Fernán González, nos describe el enfrentamiento entre Fernán González, primer conde de Castilla y el caudillo Almanzor en las cercanías del pueblo burgalés de Hacinas (Fascinas, medieval, si bien siguen las dudas entre su veracidad y la leyenda).

Mientras Almanzor emprende la marcha hacia Hacinas, Fernán González acude al monasterio de San Pedro de Arlanza a pedir apoyo divino. Durante el sueño se le aparecen los santos Santiago y San Millán y prometen al conde que le ayudarán en la batalla. A su vuelta encontró a sus tropas enfurecidas por su desaparición pero el conde les arenga y les cuenta que, al tercer día, acabarán venciendo este desigual combate gracias a la ayuda de Dios.
El ejército cristiano, compuesto por 450 caballeros y 15.000 infantes, queda dispuesto en tres columnas dirigidas: Una por Gustios González de Salas, el sexto de los Infantes de Lara, don Velasco de Salas, Gonzalo Díaz y dos sobrinos de Fernán González. Contaba con 200 caballeros y 6.000 infantes de la Montaña, es decir,  de la actual Cantabria. Otra por Lope el Vizcaíno y los hijos de Laín Calvo, el juez de Castilla y caballeros de las Merindades, Y la tercera por el propio Fernán González, con los infanzones del Alfoz de Lara Ruy de Cavia y Nuño
En plena oscuridad vieron aparecer a un dragón que iluminaba el cielo con sus llamaradas y daba grandes alaridos. El ejército castellano estaba aterrorizado pero Fernán González les calmó. Aseguró que aquello era obra del diablo, quien quería ayudar a Almanzor,
El tercer día de batalla con ventaja para Almanzor la situación es crítica: las bajas castellanas son muchas y los ánimos decaen. Fernán González pide desesperado la ayuda divina prometida…
 Ante esta situación, Fernán González convoca esa misma noche a sus mesnadas y les cita antes del amanecer para asestar el golpe final al ejército de Almanzor ya que, por la tarde, tendrán la ayuda que necesitan para ser vencedores.
Y, de repente, se escucha una gran voz en el campo de batalla: «Fernando de Castilla, hoy aumenta tu bando». Era el Apóstol Santiago que dirigía un enorme ejército de caballeros aparecido repentinamente. Los musulmanes no se explican lo ocurrido y comienzan a desmoralizarse. Finalmente, Almanzor se ve obligado a retirarse del campo de batalla. Las tropas castellanas persiguieron a los derrotados hasta las cercanías de Almenar de Soria, en la frontera musulmana.
También en La vida de San Millán de Gonzalo de Berceo (s. XIII) se narra la batalla en estos términos:
vidieron dues personas fermosas e luzientes,
mucho eran más blancas qe las nieves rezientes.
Vinién en dos cavallos plus blancos que cristal,
armas quales non vío nunqa omne mortal;
el uno tenié croça, mitra pontifical;
el otro una cruz; omne non vío tal.
[…]
El qe tenié la mitra e la croça en mano,
éssi fue el apóstol de sant Jüán ermano;
el que la cruz tenié e el capiello plano,
éssi fue sant Millán el varón cogollano

San Millán va en un caballo blanco y con una cruz de forma similar a Santiago. La batalla de Hacinas será un componente fundamental para elaborar la figura de San Millán matamorosadalid de la cristiandad y patrón de Castilla1. Esta figura quedó inmortalizada en el fresco que Juan Ricci pintó en torno a 1653 en el monasterio de San Millán de la Cogolla y que representa a San Millán cabalgando un alicornio en la batalla de Hacinas blandiendo una espada llameante.
Fruto de esta legendaria batalla de Hacinas, es el encumbramiento de San Pedro de Arlanza como el monasterio de Castilla. Según el Poema, en él se sepultan los restos de todos los soldados cristianos caídos en la batalla. Además, parte del botín que Fernán González obtuvo en esta batalla será la causa legendaria de la independencia de Castilla: el azor mudado y el caballo árabe que venderá al rey de León.

 En el siglo XIII es cuando la batalla de Hacinas empieza a citarse en diversos documentos. El primero es el de los Votos de Fernán González o Privilegio de Fernán González concedido al monasterio de San Millán de la Cogolla. Aunque datado en el 934, es un documento falso y posiblemente elaborado en el primer tercio del siglo XIII en el mismo monasterio de San Millán de la Cogolla. Posteriormente se realizaron varias versiones de él en romance castellano. La más antigua localizada en Cuéllar.
En general narran una curiosa fusión entre los hechos históricos acaecidos en la batalla de Simancas (939) y la legendaria batalla de Hacinas, dándose preeminencia a San Millán frente a Santiago, tratando así de justificar los llamados Votos de San Millán (como un reflejo de los Votos de Santiago) de forma que se hicieran donaciones al monasterio de San Millán de la Cogolla por parte de los pueblos de Castilla.

El voto de Santiago.
Fue concedido solemnemente por Ramiro I después de la victoria de la mítica batalla de Clavijo, por el cual los cristianos dejarían de pagar a los moros el “tributo de las cien doncellas” y se ofrecería cada año a su iglesia de Santiago (Galicia) las primeras cosechas y vendimias, y como a un caballero más se repartiría con el Apóstol una parte del botín que se tomara de los moros.
El voto fue renovado e institucionalizado por Felipe IV en 1643.
El tributo de las cien doncellas o vírgenes, es una leyenda que tiene su origen en el año 783 cuando Mauregato subió al trono del Reino de Asturias con la colaboración del  musulmán Abderramán I y se comprometió al pago de este tributo por su ayuda.

LA BATALLA DE SIMANCAS
Dicen las crónicas que el rey leonés Ramiro II logró reunir a su lado, además de a sus propias tropas, las de los condes Fernán González y Ansur Fernández, las del reino de Navarra de García Sánchez I, así como a tropas gallegas y asturianas.
La batalla, que tuvo lugar en la margen derecha del Pisuerga, al noreste de Simancas, fue muy violenta y se prolongó durante varios días. Las crónicas cristianas cuentan que se apareció San Millán. Y además, según cuentan las crónicas, tanto árabes como cristianas, hubo un eclipse de sol unos días antes de la batalla:
Encontrándose el ejército cerca de Simancas, hubo un espantoso eclipse de sol, que en medio del día cubrió la tierra de una amarillez oscura y llenó de terror a los nuestros y a los infieles, que tampoco habían visto en su vida cosa semejante. Dos días pasaron sin que unos y otros hicieran movimiento alguno.

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