martes, 21 de octubre de 2014

HUELLAS DE CANTABRIA EN MADRID


















               Emilio Jorrín, Ana Martos, Matías Díaz Padrón, Mariano Azores


Con relación a mi conferencia de ayer día 20 de octubre en el Centro Cultural de los Ejércitos, Gran Vía 13, Madrid, quiero resaltar en primer lugar la emotiva presentación que de mi persona efectuó ANA MARTOS RUBIO, nacida en Madrid hace más de medio siglo. Estudió Psicología, Informática, Música y varios idiomas. Ha tenido un gabinete de consulta psicológica durante más de diez años, ha sido profesora en varios centros de formación para postgraduados y ha llevado a cabo diversos trabajos de investigación en hospitales psiquiátricos. Desde 1992 se dedica a la literatura técnica y científica:


Emilio Jorrín.
1937 – nació en Salces, en la montaña cántabra
1962 – eligió Madrid para vivir
1992 – inició la toma de datos para el libro “Huellas de Cantabria en Madrid”

Es un privilegio presentar a Emilio.
Lo cierto es que hace relativamente poco tiempo que le conozco pero, desde nuestra primera charla, Emilio me regaló una enseñanza que para mí fue y sigue siendo muy importante.
Entre sus numerosas actividades, Emilio preside una asociación de mayores llamada Pablo Iglesias, que viene desarrollando iniciativas tan excelentes como impulsar el envejecimiento activo y la creación del Fiscal de las personas mayores. Emilio refleja estos asuntos en su Diario de un Mayor, en el blog de Emilio Jorrín que, desde luego, merece la pena leer.
Pero lo que a mí me impactó fue su denuncia de un estereotipo que la sociedad ha colocado al colectivo de mayores y que se plasma en un símbolo: el bastón, la garrota, la silla de ruedas. Cuando los medios se refieren a los mayores, invariablemente aparece un grupo de viejitos jugando al subastao en el parque o unas viejitas jugando al parchís en la residencia.
Yo no me había dado cuenta de ese distintivo por la sencilla razón de que no había tomado conciencia de que SOY MAYOR, de que pertenezco a ese colectivo, quizá porque no me identifico con el estereotipo denunciado.
Aprendí, por tanto, no solo a concienciar que pertenezco a ese colectivo, sino a defenderlo, a pelear contra el estereotipo que nos cosifica como a un colectivo homogéneo.

Cuando me eligió para presentarle, me dio su curriculum, su biografía y el libro que fundamenta su conferencia de hoy.
Leyendo el libro, vi que tiene ilustraciones y muy buenas. Resulta que son suyas, que Emilio no solamente es escritor sino ilustrador. Miré su biografía y no solamente es ilustrador, sino pintor, con premios y medallas y tiene pinturas en tres museos nacionales y en varias colecciones oficiales. Y 60 exposiciones.
Miré su blog y encontré dibujos, ilustraciones y muestras de su pintura.

Siguiendo con el libro, empecé a encontrar poesía.  Un canto a Madrid y otro a Cantabria. También son suyos. Emilio también es poeta. Dice:
Con dulzaina y seguidillas - organillo y el chotís - al color de tus verbenas - en Lavapiés ¡que sí!
Miré su blog y encontré poemas, cantos breves, voz y paisaje:
cumbre alta, - valle fértil, - prado y res.

Es decir, Emilio no solamente escribe sino que adorna su arte literario con su arte pictórico y, además, los eleva al mundo poético, con su verso liso y llano, como él dice. Tiene dos libros de poesía publicados y aparece en el Diccionario Biográfico de la poesía de Cantabria.

Del blog pasé a la biografía y allí me encontré con que Emilio no solamente crea mundos propios de texto, imagen y poesía, sino que ama la cultura tradicional como folclorista hasta el punto de crear coplas, tañerlas al rabel y cantarlas. Y también tiene premios en certámenes de canción solista, de ronda de mozos, de coplas rabeleras.

Y ya, aunque parezca obvio, solamente me quedaba por saber la motivación del libro, por qué lo escribió y por qué viene ahora a describirlo.
En un rincón del libro encontré una señal. Dice que en 1992, aquel año de olimpiadas, centenario, capitalidad cultural y expo, sintió un impulso a buscar y reunir las aportaciones que su amada Cantabria, su tierra de origen, ha hecho a su querido Madrid, tu tierra de elección. Se puso manos a la obra y así nació el libro.

He creído ver que expresa la suma de dos amores, algo así como la madre, el origen, que es Cantabria y la esposa, la elegida que es Madrid.

Dice:
Madrid, porque es pueblo diverso de talante universal, un mundo pequeño que es patria de todos.
Cantabria, porque es tierra de verdes, que tiene el verde en el corazón
Hasta el alma tienes verde – hecha de lluvia y de sol

Los suma porque no se siente foráneo en Madrid, porque un día vino a vivir aquí y trajo consigo sus pertenencias y sus recuerdos, pero hubo cosas que no pudo traer, que quedaron allí y que ha debido echar de menos. Y entonces decidió traerlas. Las trajo en forma de personajes, de lugares, de acontecimientos, de costumbres. Las trajo y se rodeó de ellas para sentirse no solamente en su casa, que ya estaba, sino en sus dos casas, la de aquí y la de allá.

Como dice el cantar con que inicia su trabajo y que recuerda, sin duda, su Salces nevado:

Yo he nacido en la montaña – y morir en ella quiero – porque es el aire más puro – y estás más cerca del cielo.





















En la conferencia efectué una reseña de una selección de personajes y lugares de Cantabria entre los muchos relacionados con el callejero madrileño y con el devenir histórico de Madrid, para adaptarme al tiempo razonable de una conferencia.  Fueron éstos:

Altamira. Argenta. Argüeso. Castillo de Argüeso. Cantabria.  Cardenal Herrera Oria. Concha Espina.  Gerardo Diego. Juan de Herrera.  Los Madrazo. Antonio Ruiz de Salces. Duquesa de Santoña. Menéndez Pelayo. Santander.  Velarde. Conchita Rábago. José Abascal. Carlos Osoro y Reinosa.


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