lunes, 3 de junio de 2013

CASCORRO



Eloy Gonzalo García, conocido como “el héroe de Cascorro” tiene un monumento a su memoria en pleno corazón del Rastro, en el centro de la plaza a la que da nombre. También tiene dedicada una calle Eloy Gonzalo, en el madrileño barrio de Chamberí, calle que anteriormente se denominaba Paseo de la Habana.

El monumento es obra del escultor Aniceto Marinas y el pedestal de José López Salaberry. Tiene la siguiente dedicatoria:
“El Ayuntamiento de Madrid  a Eloy Gonzalo – 1.901”.
Fue inaugurado por Alfonso XIII.




Esta plaza de Cascorro anteriormente se llamó de Nicolás Salmerón y su espacio había estado ocupado por unas casas que fueron  derribadas el día 16 de agosto de 1.913, por acuerdo municipal, incluida una fuente que había sido traída del Paseo de las Delicias en 1.912.
En sus alrededores se halla la plaza del General Vara del Rey, conocida primero como plaza de Antonio Zozaya. Situada en el Cerrillo del Rastro, matadero de animales porcinos.
El periódico “El contemporáneo”, el día 7 de julio de 1.864, publicaba la siguiente nota: “Está en proyecto el regularizar el antiguo mercado del Rastro, corregir los defectos de alineación y construir casas en los terrenos llamados del Mundo Nuevo”.

Eloy Gonzalo García

Soldado. Nació en ¿Madrid? o en ¿Malaguilla (Guadalajara)?, el 1 de diciembre de 1.868. Murió en Matanzas (Cuba) en 1.897. Hijo, que no reconoció su padre natural del municipio de Soba de Cantabria, y de Luisa García, madre soltera, que lo depositó en la Real Inclusa de Madrid, con una nota indicando que se le pusiera el nombre del santo del día, Eloy, con los apellidos, Gonzalo y García.
A los pocos días fue adoptado por los avulenses Francisco Reyes, guardia civil, y su esposa Braulia Miguel. Vivieron en San Bartolomé de Pinares (Ávila) y Robledo de Chavela (Madrid). Posteriormente se trasladaron a Chapinería (Madrid), por un nuevo destino del padre.
A temprana edad Eloy quedó huérfano y fue nuevamente adoptado por una familia de Chapinería con quienes vivió hasta su incorporación al Regimiento de Dragones de Lusitania de Caballería, en 1.889. En 1.891 es promovido a cabo, y un año después solicita el traslado al Cuerpo de Carabineros del Reino.

Su traslado a Cuba.

El cabo Eloy Gonzalo estaba próximo a casarse y parece ser que descubrió que su novia le era infiel con un Teniente, y un mal día en estado de embriaguez le amenazó con su arma y fue condenado, en 1.894, por un Consejo de Guerra a 12 años de prisión militar en el presidio de Valladolid.
Un decreto de 25 de agosto de 1.895, permite a los presos que lo soliciten incorporarse a la guerra de Cuba, Eloy Gonzalo se acoge a él y el 25 de noviembre de 1.895 parte a la isla desde La Coruña y es encuadrado en el Batallón del Regimiento de Infantería María Cristina nº 63.

Su hazaña:

Tuvo lugar  el  26 de septiembre de 1.896, en un lugar denominado Cascorro, y en una de las casas un nutrido grupo de rebeldes cubanos efectuaban un devastador fuego contra las tropas españolas y se hace necesario incendiarla, para lo cual se piden voluntarios y Eloy pide ser él por su condición de huérfano y soltero y es elegido. Bien equipado con una lata de petróleo, una tea y su fusil, aprovechando la noche se desliza hasta el objetivo y prendió fuego según el plan previsto. Previamente había pedido a sus compañeros que le ataran bien con un cordel para que le rescataran si le ocurría algún percance, cosa que no ocurrió, consiguiendo con éxito los objetivos previstos. Este hecho le valió la concesión de la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo y una pensión vitalicia de 7,50 pesetas mensuales.

Su muerte:

Eloy Gonzalo había tomado parte en otras gestas de la guerra y había salido ileso de todas ellas, sin embargo unas fiebres tropicales acabaron con su vida en el hospital militar de Matanzas, el día 18 de julio de 1.897.
Sus restos mortales junto a los de los generales Vara del Rey y Santocildes, muertos en campaña, llegaron a Santander el día 26 de diciembre de 1.898.

Sus restos reposan en un mausoleo del cementerio de la Almudena de Madrid, junto a otros fallecidos en las guerras de Cuba y Filipinas.


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